Menos es más. No quiero una niña hiperregalada

Llega la semana en la que llegan los Reyes y con ella muchos padres agobiados con compras de última hora.
Tengo que confesar que a mí me ha pillado un poco el toro y además mi hija ha descubierto un juguete que le ha encantado a última hora y … No hemos tenido más remedio que pedírselo a los Reyes.
¿En serio? O me estoy autoengañando, porque quiero darle todo lo mejor, todo lo que le gusta, hacerla feliz y que tenga unas navidades inolvidables, ah! Y no pecar de poco.
Una vez ví a un niño abriendo regalos, muchos regalos y al abrir el último, su mirada vacía preguntando: ¿Ya no hay más? 
Ese día me juré que cuando tuviera un hijo nunca jamás le consentiría esa reacción, pero como dice el refrán, «No se puede escupir para arriba que luego cae», en las navidades del año pasado, mi Guinda hizo lo mismo cuando abrió todos los regalos que le dejó Papá Noel en casa de los Abuelos de Huelva y casi muero de un infarto cuando la escuché, quise creer que fue porque aún no cumplió los tres y que era muy pequeña para entender. 
La verdad es que los regalos fueron un despropósito y luego vinieron los Reyes en nuestra casa y en casa de la otra abuela, en fin, la niña inundada en regalos.
Esta vez decidimos que se elegiría un máximo tres regalos en cada casa, que podrían venir o no. A ver que tal se da este año, porque me niego que mi hija sea una niña «hiperrregalada», sin darnos cuenta le hacemos un flaco favor, ya que no aprenden a valorar las cosas, no aprenden saber que no  se puede conseguir todo, no aprenden a jugar sin juguetes o a inventarse los suyos propios, se vuelven  inconformistas y en un futuro puede convertirse en frustración. 
Esta foto es de este fin de semana pasado, jugando con su juguete favorito, un caldero lleno de lazos que los extiende a modo de caminito por el pasillo o por cualquier parte de la casa.  Siempre juega con eso, le encanta! 
Otro toque de atención, otra moraleja que me ha enseñado mi hija, nosotros vueltos locos buscando muñecos de la patrulla canina o la casa de los cuentos de Pin y Pon que están casi agotados! Y la niña disfrta jugando con unos simples lazos, aún teniendo juguetes nuevos, sigue jugando con ellos.
A pesar de querer darles todo, lo mejor, … muchas veces MENOS ES MÁS. 
¿Qué opináis? 

Comments

  1. ana mary says:

    me encanto tu reflexión… tantas cosas compramos qué al final terminamos más pensando en nosotros mismos qué en lo que haría realmente felices a nuestros hijos…bss

  2. Estoy muy de acuerdo con lo del niño hiperregalado, uf. Mi hijo no quiere nada estas Navidades, porque su cumple fue hace poco. Y así me enseñó una gran lección. Para Olentzero y Reyes tiene regalos, pero él sólo quiere jugar con su camión de bomberos del cumpleaños. Para el año que viene, lo plantearé de otra manera.

  3. Lai PV says:

    Muy de acuerdo. Yo tambien peque el primer año de ambas. Este año limitamos a un total de 3 regalos mas los dos que recibian en casa de sus abuelos. Siempre dicen no hay mas al abrir, sean 3 o sean 8 pero almenos se que fueron los que ellas querian y con los que van arriba y abajo desde que los abrieron.

  4. Tienes toda la razón. Perdemos el norte y ellos el respeto por todo. Tenemos que controlarnos Sight!

  5. Hola! Me ha gustado mucho tu reflexión, llevo días pensando en esto. Tengo 4 hijos de 9, 7, 5 y 4 años y cada vez que repaso la lista de lo que hemos comprado a cada uno me "invento" alguna cosa más para ponerles en el zapato pero me paro y me acuerdo de todo lo que tienen, de los afortunados que son y de la cantidad de gente que no ha podido tener unas navidades como nosotros las entendemos y me intento controlar para no comprar nada más sobre todo por ellos mismos. A la pequeña le he comprado unas botellas de agua de Fontvellla de Frozen y te digo que mañana será la más feliz con ellas a pesar del puzzle y los patines…si es que les hemos creado necesidades que no son reales! Gracias por la reflexión y un saludo, Maria Zalbidea/ http://www.cosiendolabrechadigital.com

  6. Hola Ana Mary!
    Tienes toda la razón, quizás compramos pensando más en nosotros que en ellos.
    Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar.
    Un beso y felices Reyes!

  7. Qué madurez la de tu hijo! Impresionante, desde luego, sí es una gran lección.
    Propósito del 2016, plantearte los regalos de otra manera, ojalá lo cumplas por tí y por él, yo también me lo he puesto como objetivo.
    Gracias por pasarte por aquí y comentar.
    Un beso enorrme y felices Reyes!

  8. Hola Lai, desde luego que fue una gran decisión, al final compramos cosas que no usan y eso es tirar el dinero. Ellas juegan con sus juguetes deseados así que no hay más que se pueda pedir!
    Gracias por pasarte por aquí y comentar.
    Un beso enorme y felices Reyes!

  9. Lo perdemos amiga, a veces lo perdemos y es difícil encontrar el camino de la cordura, pero tenemos que hacerlo por su bien y el de nuestro bolsillo, jajaja.
    Un besito enorme bonita y felices Reyes!

  10. Hola María!
    Seguro que la peque es feliz con sus botellas de Frozen! Es que a veces se conforman con tan poco y nosotros nos empeñamos. En fin, yo también tengo que hacer control interno para no comprar más pero es lo que tú dices, hay que hacerlo por el bien suyo.
    Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar.
    Un beso y felices Reyes!

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