Días como el que tuve ayer me hace pensar y sobre todo , valorar a las personas que crían solas.
Ayer el papá de mi Guinda salió bien temprano de viaje por trabajo y llegó casi una hora antes de la media noche casi como la Cenicienta, con lo que tuve que ocuparme el día entero yo de la niña.
Ocuparse de vestir a la niña, llevarle a la guarde y luego llegar a trabajar, ya cansada y estresada entre las negociaciones y el atasco correspondiente. Luego la jornada de trabajo, que por cierto fue algo dura y después a casa, porque tenemos un poco de fiebre y tos. A descansar? De eso nada monada.
Tarde de jugar, hacer disfraz para el carnaval, recoger el tendedero, ducha y cena y toda la «toilette» correspondiente de la niña, cepillado de dientes, pis, sacar mocos, humificador, cuento y un largo etcétera antes de finalizar la jornada.
Reventada? No, lo siguiente. Echando de menos a mi «partener» en ésto de la crianza, porque desde que nació mi Guinda, nuestro día a día es un trabajo en cadena que dejaría alucinando al propio Henry Ford.
Es por ésto, que pienso, en la gente que, por avatares de la vida o porque así lo han decidido, crían solos,y todos sus días son días como el mío de ayer, … que monumento les pondría!
¡Bravo por esos padres y madres que día a día cuidan ellos solos de sus hijos!
Mi reconocimiento más sincero.
Bravo! Y bravo por esos niños que sólo tienen cuidados de una sola figura paterna! Aunque he de decir también, que vivan las familias de todo tipo!
Que vivan las familias de todo tipo! En la variedad está la virtud! Besazo!
Jajaja yo también he sido "madre soltera" por un día y casi muero en el intento. Bravo por las que lo son (y por los padres solteros) 365 dias al año!