Mini vacaciones en Pere Tarrés Barcelona (1ª parte)

Como ya sabéis, en junio gané un concurso organizado por Madresfera y la Fundació Pere Tarrés con este post y el pasado 02 de octubre nos fuimos a disfrutar de nuestro premio, unas vacaciones en familia.

Elegimos el Albergue Juvenil Pere Tarrés en Barcelona por su localización, yo no conocía la ciudad condal y tenía muchas ganas de visitarla.

El albergue está en una zona estupenda, al lado de la Av. Diagonal, la arteria principal de la ciudad, bien comunicada, cerca de la estación de Renfe y a 600 metros de una boca de metro y con un centro comercial enfrente y zona de restauración.

Nosotros nos decantamos ir en AVE, la verdad es que es una gozada tener Barcelona a dos horas y media de Madrid. Casi no te das cuenta del viaje, entre la peli, un ratito de juegos y otro en la cafetería se te pasa el trayecto en un pis pas, nada que ver con un viaje en coche de unas seis horas aproximadamente.

El albergue es completamente nuevo, cocina propia de menú diario y con modernas y confortables instalaciones. La verdad es que se me cayó la imagen de los albergues, por lo menos el de Pere Tarrés es excepcional.

Aunque tengo que decir que la localización o las instalaciones no es lo mejor que tiene el albergue, sin duda, lo mejor y más destacable es el equipo humano. Desde el personal en recepción hasta la gente que trabaja en cocina es encantadora, de trato familiar y afable, que te hace sentir como en casa.

Cuando llegamos nos explicaron cómo funcionaba el albergue, dónde estaba nuestra habitación, qué ver y cómo visitar la ciudad en el poco tiempo que teníamos, un fin de semana. Accedieron a hacerse una fotillo con nosotros de recuerdo. Felipe y Nekane son los que aparecen en la foto.

Al entrar en la habitación nos sorprendimos de lo bonita que era, en la misma línea del albergue con láminas de la ciudad y con unos detalles para nosotros, tazas de recuerdo y marca páginas, y uno especial para mi Guinda, colores y libro para colorear, no pudieron dar más en el clavo!
Muchas gracias de corazón, detalles así me ganan, no por el detalle en sí, si no por el hecho de haber pensado en nosotros.

Un rincón especial del albergue, que casi no podemos disfrutar porque ese finde llovió, fue su patio, ideal para leer, desayunar o simplemente descansar. A qué es precioso?

Recomiendo 100% el Albergue de la Fundació Pere Tarrés como alojamiento de vacaciones en familia, por sus instalaciones, cuentan con habitaciones de 2 y 8 camas, buenísima opción para familias y familias numerosas, precios interesantes, buena cocina, dispone de carta adecuada a especificidades como creencias religiosas, intolerancias o alergias e incluso puedes contratar media pensión o pensión completa, así como picnics para las salidas que duren todo el día, nosotros nos llevamos un picnic el sábado para no perder ni un minuto en nuestra visita a Barcelona, trato impecable por parte del equipo humano del albergue.

Pero si aún no te he convencido, por qué has elegir un alojamiento de la Fundació Pere Tarrés? Lo mejor de los establecimientos de la Fundació Pere Tarrés no son sus establecimientos en sí, si la cocina, ni las personas que trabajan allí que son de 10, es el objetivo de la fundación. La fundación es un ente no lucrativo de acción social y educativa, dedicada a la promoción de la educación en el tiempo libre, el voluntariado.
Uno de sus proyectos es “Ayúdales a crecer” que engloba todos aquellos proyectos de la Fundación destinados a reducir las desigualdades sociales y que permiten que miles de niños y niñas en riesgo de exclusión social participen en actividades de educación en el ocio durante todo el año, en los centros abiertos y diarios, en las colonias escolares o en las colonias y campamentos de verano.

Además de vivir unas vacaciones en familia puedes ayudar y aportar tu granito de arena en un proyecto solidario, qué más se puede pedir?

Fue un finde increíble, en otro post os contaré qué visitamos, os haré una guía de visita exprés de Barcelona, pero en cuanto al alojamiento fue perfecto! Sólo me quedo con una espinita, no haber podido conocer a Mariluz Álvarez, la directora del albergue, encantadora, como todo el personal que trabaja allí. Espero hacerlo en otra ocasión, Mariluz desde aquí agradecerte, agradeceros, el trato recibido, nos fuimos con muy muy buen sabor de boca.