Este verano tendría que haber engendrado a mi tercer hijo, pero no ha sido así.
¿Y por qué este verano?
Porque así se volverían a llevar cuatro entre ellos, porque el año que viene cumplo 40 y ya, como se suele decir, «se me pasa el arroz» y porque sobre todo, echo de menos tener un bebé en casa.
No soy de esas que dicen que siempre han deseado tener «X» niños la verdad, yo siempre deseé ser madre, desde pequeña tenía el instinto muy a flor de piel y ese instinto, a pesar de haber sido madre, no se va.
¿Por qué algunas mujeres tenemos esa necesidad de bebé?
Soy feliz con mis dos hijos, es el regalo de mi vida, ahora tienen edades en las que puedo hacer cosas con ellos que con un bebé no puedo hacer, podemos jugar en familia, hacer planes en familia, mantener conversaciones, …, muchas cosas, pero sigo teniendo la sensación de que me falta algo.
Y sentirme así, me hace sentirme mal porque ya lo tengo todo. Vuelve este sentimiento Yin Yang, como yo le llamo, de la maternidad.
Os preguntaréis el por qué no lo tengo, pues sinceramente porque no puedo.
No puedo porque estoy atrapada, atrapada en una casa en propiedad pequeña que no puedo vender porque no me darían lo que aún debo de hipoteca. Maldita cultura de compra que tenemos los españoles, maldita burbuja inmobiliaria.
No puedo porque la otra opción sería alquilar e irme a vivir a otra casa, pero estoy atrapada en mi barrio, con mis vecinos que ya algunos son amigos, la familia que uno elige y con la que me siento apoyada y amparada en mi día a día, mi familia vive fuera y la otra parte, aunque viva en Madrid, no están a un paso, no están a 5 minutos para una urgencia.
No puedo porque estoy atrapada en el «estilo de vida» en el que vivimos, consumista, de vivir bien, de salir todos los fines de semana a tomar el aperitivo, a comer o cenar, de viajar, de lo que viene siendo… vivir bien, sin restricciones.
Y me diréis, todo lo que has contado es material, si realidad quisiera…
Pues es verdad, si realmente quisiera… lo mandaría todo a tomar por culo vientos y me lanzaría a la piscina, pero sinceramente, tengo miedo. Tengo miedo de no encontrar la casa adecuada, de la mudanza, de los cambios, de no llegar a fin de mes, de no poder vivir experiencias, vivencias, por apretarse el cinturón, miedo a que el bebé esté sano por mi edad. Soy cobarde.
Siempre he dicho que si quieres tener un hijo mejor lo pienses, cierra los ojos y lánzate, tírate por el tobogán y que sea lo que Dios quiera, pero ésta vez, me quedo arriba de la escalera, porque además, siento que no tengo las mismas fuerzas, energía o paciencia que la primera vez que me quedé embarazada. Volver a no dormir, a incluir un nuevo elemento en las discusiones entre hermanos, volver los mocos eternos durante los tres primeros años de vida, ….
Me encantaría tener otro bebé, me autodenomino, yonki de los bebés, los veo y se me cae la baba, pero por otro lado no quiero perder mi ritmo de vida y sobre todo, no quiero más agotamiento físico y mental.
No sé si explicado bien todo lo que quería decir, no sé si me entendéis, es una mezcla de sentimientos contrapuestos muy raros, es como si tuviera mi instinto maternal ahogado.
¿Tenéis el mismo sentimiento que tengo yo? ¿Alguna de vosotras os sentís identificadas conmigo?
Me encantaría leer vuestras experiencias.
Mil besoss.
Hola Elena, nunca comento tus post pero soy fiel lectora.
Hoy tenía que hacerlo, uno porque has abierto tu corazón y el de muchas madres y otro porque ha sido el post con más humildad que he leído en mucho tiempo de todos los blogs de maternidad que sigo.
Muchas madres nos sentimos así, e incluso con el primer hijo. Nuestros niñ@s son preciosos y están súper san@s, disfrutemos de lo que tenemos sino nunca seremos felices con nuestro presente, además como dice mi madre “somos fuertes y valientes” para sostener nuestras familias y nuestra carrera profesional.
Gracias por tus palabras y por compartirlas.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Gracias Miriam, me has hecho llorar. Tienes toda la razón, nos preocupamos más por pensar en lo que no tenemos sin valorar en lo que sí . Gracias por tus palabras y aunque no comentes, GRACIAS SIEMPRE por estar.
Un abrazo apretado 🥰
Se te entiende muy bien,los bebés tienen eso ,son un encanto, pero traen por un tiempo el caos a nuestras vidas, cuesta encontrar el momento perfecto para tener otro
Hola Elena!
Muchas gracias por tus palabras, de verdad. Cuesta tienes razón, cuesta mucho y para mí sobre todo cuando ya estás tan cansada de criar a los otros dos, jajaja.
Gracias de corazón por pasarte por aquí y comentar. Un besazo 😘😘😘
Elena, es increible el texto que has escrito. No te puedes ni imaginar como me siento identificada con el… A parte lo del piso ya que nosotros aun estamos de alquiler, todo lo demas parece estar sacado de mi mente y de mi corazon. Pero Miriam, la del primer comentario, tiene toda la razon, debemos centrarnos en lo que tenemos y no en lo que no.
Muchisimas gracias por haber escrito estas palabras en las que estoy segura muchisimas mas madres se sentiran identificadas!! Un besote enorme
Aitana pues tienes toda la razón, debemos centrarnos en disfrutar de lo que tenemos porque si no un día se irá y entonces lo echaremos de menos.
Increíble que sintamos lo mismo, verdad?
Creo que al final muchas mujeres somos así, «yonkis» de los bebés y en parte, gracias a Dios que si no la especie se hubiera extinguido, jajaja.
Disfrutemos pues bonita!
Gracias por contarme tu sentimientos. Un besazo 😘