Mi experiencia con la copa menstrual

Nos sabía si escribir o no este post por ser un tema tabú o más bien por sentir un poco de reparo al hablar de un tema demasiado íntimo, pero he pensado que que a muchas de vosotras os podría ayudar la experiencia y me he lanzado a ello.

Llevo unos seis ciclos usando la copa menstrual y os puedo decir que es lo mejor que he hecho, dar el paso al cambio.

La copa menstrual es un recipiente que se inserta en la vagina durante la menstruación para depositar el flujo menstrual. A diferencia de los tampones, que también se usan internamente, la copa menstrual no absorbe la sangre; ésta queda contenida en el interior de la copa hasta que se extrae de la vagina y se desecha el líquido.

Tengo una amiga que lleva mil años usándola, creo que unos 10, siempre me habló de ella, pero nunca pensé en usarla porque me parecía una guarrería, me daba como repelús estar toqueteándome por ahí dentro cada mes, en fin cosas que piensa usa.

Desde que fui madre mis reglas cambiaron, pasaron a ser muy abundantes y además muy largas. Comencé a vivir alguna situación embarazosa de escapes. No tuve más remedio que pasarme a tampones y compresas de flujo abundante.

Con el segundo hijo, mis reglas además de ser, aún más abundantes y largas, unos 6 ó 7 días, no tenía apenas síntomas premenstruales y esas situaciones embarazosas fueron más frecuentes, tantas que a veces me ponía compresas antes de que me viniera el periodo o vestirme de negro para disimularlo en caso de que se produjera alguno.

Me agobiaba mucho ésta situación, veía con horror que se acercara el día de la regla así que, cuando el pasado mes de junio una amiga me contó que la está usando, era su segundo ciclo y que notaba que su flujo había disminuido y nada de escapes, me decidí a probarla.

Hay mucha oferta de copas menstruales pero yo me decidí por Enna por tres razones:

  1. Viene con cajita para esterilizar.
  2. Tiene cordón para localizar la copa dentro.
  3. Tiene aplicador.

Lo de la caja para esterilizar para mí es un gran punto a favor, había escuchado que muchas amigas tenían un cacito de uso exclusivo para hervirla y así esterilizarla, pero que tenga su cajita para guardarla y limpiarla para mí es uno de los puntos más importantes por la que me decanté a comprarla.

Gracias a su cordón puedes localizarla cuando la tienes puesta, además ayuda mucho a su correcto uso. Ojo, no sirve para quitarla a modo de tampón, es sólo para localizarla, luego tienes que tirar de la base.

Por último me pareció una gran idea que tuviera aplicador aunque con la talla que yo compré no venía.

¡Las copas tienen tallas!

Contaros que las copas menstruales tienen tallas. La talla dependerá de los partos vaginales, si has hecho o no deportes de impacto y por su puesto, de la complexión y altura.

Con esta imagen es fácil que puedas determinarla, pero si aún dudas, puedes calcular tu talla en la calculadora que Enna tiene en su web.

Yo me compré la talla L que es la más grande y la dejo una foto para que veáis el tamaño en comparación con un tampón «súper plus».

¿Cuáles son los beneficios de la copa menstrual?

  1. Ecológica: genera menos desechos que el uso de compresas, tampones, etc.
  2. Económica: recuperas rápidamente la inversión. En mi caso compraba dos paquetes de compresas al ciclo, más los tampones y los salvaslips.
  3. Cómoda y con mayor autonomía que otro producto de higiene íntima: se puede llevar hasta 12 horas.
  4. Sin infecciones: La silicona de grado médico es inerte, los gérmenes no se acumulan en ella.

Mi experiencia.

En mi opinión cuesta adaptarse un poco, ponerla correctamente y no manchar. A mi aún me cuesta algo y no he dejado de usar salvaslips por miedo a manchar las braguitas.

Tengo que contaros que «se nota» por lo menos, yo la noto, pero es cuestión de acostumbrarse.

Desde mi punto de vista para su correcta utilización es importante conocer tu propia menstruación, qué días tienes más flujo cambiarla más asiduamente, teniendo en cuenta que no es necesario cambiarla con tanta asiduidad que un tampón por ejemplo. A mí me pasaba que cada vez que iba al baño me la quitaba, como solía hacer con los tampones o compresas, hasta que entendí que no era necesario.

No tengas miedo a que se llene completamente, notarás el peso y sabrás que tienes que vaciarla.

Al principio da un poco de repelús el contacto con la sangre, pero te acostumbrarás y empezarás a ir a wc públicos con toallitas.

Lee atentamente las instrucciones que vienen en la caja, síguelas y no tendrás más problemas que adaptarte a tu nueva vida.

Mi experiencia es totalmente positiva, una vez aprendes a ponértela y créeme, aprenderás al igual que aprendiste a ponerte un tampón, aún recuerdo las primeras veces del tampón. La sensación de ir con ella es liberadora, no volver a tener miedo de los escapes y volverme a vestir con jeans blancos incluso en mis días.

Este post no está patrocinado, os cuento mi experiencia con la copa que yo he comprado y con la que estoy súper contenta.

La compré en Amazon, os dejo link aquí.

Talla L Talla M Talla S

¿Te he metido el gusanillo? ¿Te pasas conmigo a la copa menstrual?